Aunque todavía siga haciendo buena temperatura (imagino que en España mucho mejor que aquí), seguro que empezáis a notar las tardes de otoño.
Los niños ya han empezado la rutina del cole, las actividades y llega el viernes y el finde y lo único que os apetece es estar en casa tranquilamente descansando y disfrutando de vuestros peques.
¿Qué os parece si endulzáis cualquiera de estos momentos con un batido de Oreo? Es muy rápido y sencillo de hacer. Desde luego, no hace falta decir que está más que bueno (por ahora, entre el batido de KitKat y éste, tanto mis peques como yo, nos quedamos con el último).
¿Qué necesitáis? (Nosotros hemos hecho batido para 5)
- Helado de vainilla (1 litro)
- Galletas Oreo o similares (nosotros hemos utilizado 28 galletas: 18 para el batido y 10 que cada uno tuviera dos galletas extras troceadas y decorando su batido)
- Leche (3 vasos)
¿Cómo prepararlo?
Poner las 18 galletas que vais a usar para hacer el batido en un recipiente y echarlas medio vaso de leche para que se deshagan y podáis trocearlas. Lo mejor es que después de hacer la especie de papilla que queda, añadáis el resto de la leche y lo dejéis reposar unos 10-15 minutos para que la leche absorba todo el sabor de las galletas y la mezcla quede completamente homogénea.
Pasado este tiempo, añadid el helado y batid lentamente con la batidora la mezcla. Esta tarea puede ser muy divertida para hacer con los niños (al igual que añadir los ingredientes) y así se sienten implicados en la actividad y la disfrutan el doble.
Otra cosa positiva cuando os ayudan los peques es que tardáis algo más en batir la mezcla, por lo que el helado está algo más derretido y está mucho más bueno.
Cuando tengáis vuestro batido preparado, repartidlo en vasos grandes y podéis trocear las dos galletas extras y añadirlas como toping. En mi caso, unos las han mojado, otros troceado y otros se las han comido directamente.
¡Éxito y sonrisas aseguradas!
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