domingo, 23 de noviembre de 2014

Cookies con chips de chocolate


Seguro que muchas veces os habéis preguntado cómo hacer cookies con chips de chocolate. Es cierto que por internet hay muchas recetas y, en mi caso, ésta es la tercera que pruebo y la que me ha convencido por completo. Bueno, a mí y a toda mi host family, porque las hicimos el viernes por la tarde y ayer ¡ya no quedaba ni una! (Y sí, hicimos el plato que da foto a esta entrada, así que pocas no eran, jajaja).

¿Qué necesitáis?
  • 190 g. de chocolate blanco
  • 95 g. de chocolate con leche
  • 95 g. de chocolate negro
  • 500 g. de harina
  • 170 g. de mantequilla
  • 2 huevos
  • 200 g. de azúcar blanco
  • 275 g. de azúcar moreno
  • 1 cucharada sopera de extracto de vainilla
  • 1 cucharadita de levadura
¿Cómo prepararlo?

Es una de las recetas más divertidas para hacer con peques ya que pueden intervenir en todo el proceso (menos en la parte del horno, por supuesto). Y además podéis variarla como vosotros queráis, ¿que sólo queréis un tipo de chocolate? Ponéis la cantidad íntegra de este tipo. Si os apetece probar con otras variedades: con almendras/avellanas, de algún sabor determinado... ¡Luego me lo contáis! ;) Lo mismo sucede con el azúcar: Yo prefiero siempre usar más cantidad de azúcar moreno porque es más sana y menos dulce, pero si no tenéis en casa o si preferís usar únicamente uno de los dos tipos, ¡sin problema!

Antes de empezar a preparar la masa, encended el horno para que vaya cogiendo la temperatura.

Lo ideal es que la mantequilla esté a temperatura ambiente o lleve un tiempo fuera del frigorífico para que sea más fácil trabajar con ella. Si no habéis tenido tiempo o vais justos, podéis meterla al microondas, ¡pero cuidado! No la pongáis mucho tiempo que se os puede derretir por completo y quedar líquida,

Coged un recipiente que sea grande para que podáis mover la masa con soltura y comenzar añadiendo la mantequilla junto al azúcar (ambas variedades) y los huevos. Probablemente os resulte complicado mezclarlo todo, así que ayudaros de una espátula y no os preocupéis porque más adelante usaréis las manos para hacerlo.

Una vez hecha esta mezcla, añadid el extracto de vainilla y la harina. Comenzad removiendo con la espátula y cuando veáis que todo está mezclado, aunque estará lleno de grumos, empezad a amasar con las manos.

En mi caso, compré tabletas de chocolate y fui yo la que las convirtió en chips partiéndolas en pequeños trozos, pero si queréis comprarlas hechas, será mucho más cómodo (¡a gusto de consumidor!) Lo hagáis como lo hagáis, este es el momento para ponerlas en vuestra masa. Aseguraos de que quedan bien repartidas pero sin remover demasiado, ya que pueden deshacerse o partirse en trozos más pequeños.

Una vez tengáis esto hecho, añadid la levadura. Hay muchas recetas en las que aconsejan que hagáis esto junto a la harina (ya que es más fácil a la hora de trabajar), pero yo prefiero hacerlo en último lugar ya que la levadura pierde propiedades cuanto más la mueves y trabajas la masa. Cuando veáis que ésta ha quedado esparcida es el momento de comenzar a hacer las galletas.

Para ello, simplemente tendréis que hacer bolitas y colocarlas en una bandeja que previamente habréis cubierto con papel vegetal o de plata (esto se hace para que la masa no se pegue). Ponedlas separadas porque al meterlas al horno, las bolitas se expandirán y se convertirán en galletas. Y pensad que cuanto mayor sea la bola, mayor serán vuestras cookies.

A los niños les encantará esta parte: Yo lo que hice fue ponerles en recipientes diferentes un poco de masa y decirles que jugaran con ésta como si fuera plastilina e hicieran las formas que quisieran. Se lo pasaron genial y quedaron unas figuritas muy chulas, pero no tuvieron paciencia y se las comieron antes de que me diera tiempo a hacerles una foto, :(

Antes de meter las galletas en el horno, aseguraos de que éste esté a una temperatura de 180ºC y ponedle que el calor se mueva tanto arriba como abajo. Intoducid las galletas y en unos 8 minutos estarán listas. Como cada horno es un mundo, lo importante es que cuando las saquéis estén doradas. No os preocupéis porque estén blandas, es normal, se endurecen cuando se enfrían. Para que se enfríen y no cojan humedad, colocarlas en una rejilla (en menos de 10 minutos podréis comenzar a guardarlas en una caja o colocarlas sobre un plato).

¡Ya tenéis vuestras cookies listas! Seguro que vuestros peques se convierten en unos mini monstruos de las galletas, ;)

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