viernes, 26 de diciembre de 2014

Vuelta a España por Navidad


Efectivamente, suponéis bien. Estos días os he tenido algo más abandonados porque me he venido a España por Navidad. Y digo España, que no casa, porque la verdad es que en casa no he pasado/estoy pasando mucho tiempo (motivo por el que tampoco puedo pasarme por aquí, jeje).

Como en la mayoría de las casas españolas sí he pasado la Nochebuena y Navidad en familia, pero el resto del tiempo... ¿Por qué no hacerme un viajecito?

Ya he visto a mi Madrid que tanto me gusta: con su Cortylandia (cada año peor), sus puestos de la Plaza Mayor, nuestros chocolates calientes (por muchos "hot chocolates" de Irlanda... ¡me quedo con los nuestros!) y, como podéis ver en la foto: la gente. Y es que si hay algo que nos podemos encontrar en Navidad en Madrid es gente: da igual el dónde, cómo, por qué, cuándo... Sí, es cierto que a veces se agradece, pero cuando una te está metiendo el codo por el costado, otro empujando y el niño pequeño intenta pasar por el espacio que queda entre las piernas cuando las mueves al andar... La cosa cambia bastante. Me encanta Madrid y adoro este jaleo, pero si estáis pensando visitar la ciudad, ¡no lo hagáis en Navidad! Jajajaja.

¿Que si he visto a mis peques durante estos días? ¡Noooooooo! Jajajaja. Que sí, que los quiero mucho, que me acuerdo mucho de ellos y que todos los días nos mandamos algún que otro mensajito o audio a través de Whatsapp, pero.... Ambos necesitamos nuestro tiempo. Por una lado, ellos necesitan pasar tiempo con sus papás y disfrutar los regalos que ayer les dejó Santa (vi un vídeo de sus caras al ver los regalos y no tienen desperdicio alguno) y, por otro... Yo también necesito desconectar y descansar de voces, gritos y demás para cuando vuelva en dos semanas estar al 100%

Si sois aupairs seguramente penséis que cuántos días voy a pasar en España. 19 es la respuesta. Es cierto que son bastantes, pero la mayoría de las aupairs con las que estoy han tenido más o menos la misma suerte. En mi caso, mi host mum es profe, por lo que no ha tenido problema a la hora de cogerse vacaciones por Navidad. En el caso de las otras familias, la verdad es que todos han sido muy comprensivos y entienden que nos apetezca pasar estos días con nuestra gente y descansar. Lo más fácil es que habléis de este tema con las familias lo antes posible (en septiembre, incluso) y que podáis llegar a un acuerdo que os interese a ambas partes.

Y si sois españoles/as y habéis decidido pasar las Navidades en el extranjero... ¿Por qué no les transmitís la magia de los Reyes Magos? Yo lo hice y mis peques estaban más que ilusionados, ;)

Hoy me voy de vacaciones hasta el día 31, así que si no paso por aquí antes... ¡¡Feliz año Nuevo!! Pasadlo súper bien en Nochevieja y disfrutad de la última noche del año, que las penas y demás ya han pasado y el resto están por venir (como también las cosas buenas, por supuesto).

¡Un abrazo!

lunes, 15 de diciembre de 2014

Cómo hacer butter shortbread


¿Habéis probado las típicas galletas de mantequilla irlandesas/escocesas? Si la respuesta es sí, seguro que os han encantado. Pues veréis, son súper fáciles y rápidas de hacer. Y con moldes de diferentes formas y la decoración adecuada podéis usarlas para cualquier ocasión: Navidad, una tarde con las amigas, un cumpleaños... Aquí lo llaman "butter shortbread", así que si queréis saber cómo se hacen estas galletas de mantequilla... ¡No os perdáis la receta!

¿Qué necesitáis?
  • 100 g. de mantequilla
  • 50 g. de azúcar
  • 150 g. de harina
¿Cómo prepararlo?

Creo que, hasta ahora, es la receta más sencilla y rápida de la que os hablo.

Como siempre, deberéis precalentar el horno a 180º mientras que preparáis la masa. Y recordad que la mantequilla deberá estar a temperatura ambiente para poder trabajar mejor con ella.

En la receta que yo leí indicaba que primero se mezclara el azúcar con la mantequilla y poco a poco se añadiera la harina. En mi caso, puse todos los ingredientes en un recipiente y amasé directamente con las manos, ya que la masa quedará muy sólida y será complicado trabajarla con cualquier otra herramienta.

Una vez mezclados todos los ingredientes y tengáis una masa homogénea, ponedla sobre papel vegetal y aplanarla con un rodillo. Si no tenéis rodillo en casa, no os preocupéis, podéis usar un vaso de plástico o cristal que tenga plana la superficie exterior. Amasad hasta que se os quede una altura de 1 cm. aproximadamente. Cuando lo tengáis listo lo único que tenéis que ir haciendo es cortar vuestras galletas. Si tenéis moldes, podéis usarlos (en mi caso utilicé los de Navidad) y si no, podéis jugar con vuestra imaginación o prepararlas redondas/cuadradas/rectangulares (seguro que encontráis algo en la cocina para cortarlas de forma rápida y uniforme).

A medida que las vayáis cortando, idlas poniendo en una bandeja cubierta por papel vegetal o de aluminio para meterlas posteriormente al horno. No es necesario que dejéis demasiado espacio entre ellas ya que no crecen en exceso. Con que dejéis 1 cm. de separación entre ellas es suficiente.

Si utilizáis moldes, id cortando las galletas lo más próximas posible para que tardéis menos. Cuando no podáis hacer ninguna figura más porque la superficie de la masa no os lo permita, cogedla, volved a amasarla y aplastarla con el rodillo para conseguir una superficie plana de nuevo (repetid la operación hasta que se os acabe la masa).

Una vez tengáis todas vuestras galletas en la bandeja, aseguraos de que el horno está a la temperatura adecuada y cocedlas durante 8-10 minutos aproximadamente (las veréis doradas por los bordes).

Una vez fuera, colocadlas sobre una rejilla con mucho cuidado para que se enfríen y no pierdan la forma.

Decoración

Tenéis varias opciones:
- Sin ninguna decoración extra: Simplemente por los ingredientes que tienen estarán deliciosas.
- Colocándoles azúcar por encima: Nada más sacarlas del horno, colocadlas un poco de azúcar para que se quede pegado con el calor que tienen.
- Con frosting de colores: Es muy sencillo: Necesitaréis azúcar glass, mantequilla, vainilla y colorante. Acordaos siempre de poner el doble de azúcar que de mantequilla y el colorante a gusto de la tonalidad que queráis emplear.

Y durante todo el proceso no os olvidéis del ingrediente más importante: ¡Vuestra imaginación! ;)

domingo, 14 de diciembre de 2014

¡Merry Christmas o Feliz Navidad!


"Three Wise Men came last night!!!" Así ha sido como mis peques me han dado esta mañana los buenos días y es que ayer por la tarde les estuve preparando una sorpresita ya que es mi último finde con ellos antes de Navidad.

Es cierto que estando el Irlanda las costumbres para Navidad no son las mismas: los regalos los trae Santa, no celebran Nochevieja a lo grande, los Reyes Magos no existen más allá de la religión, es típico llevar jerseys navideños, las comidas no son las mismas...

Mi host family comenzó regalándome uno de sus jerseys para que me sintiera una más, así que... ¿Por qué no hacer yo lo mismo con los Reyes para mis peques?


Para comenzar a celebrar la Navidad antes de que me fuera, el viernes por la tarde estuvimos haciendo las típicas galletas de mantequilla y el sábado se me ocurrió prepararles una sorpresa.

Sí, ya sé que los Reyes Magos no llegan hasta el día 05 de enero por la noche, peeeroooo... en este caaasooo... los Reyes iban de camino a España y decidieron hacer una parada en Cashel para pasar la noche y descansar.

Les compré un arbolito de Navidad y se lo decoré con figuritas de chocolate, unas garrotas de caramelo y unos Christmas crackers (son una especie de mini piñatas para navidad típicas de aquí). A esto les uní una carta a modo de pergamino (quemé el papel con un mechero) y la escribí con letra de niño pequeño (una parte) y con la mano izquierda la otra (ventaja de ser ambidiestra) para que no pudieran averiguar que había sido yo. Y anoche, se lo dejé todo preparado para que hoy cuando se levantaran se encontraran con la sorpresa. ¡No os podéis imaginar la ilusión que les ha hecho! Además todos se han puesto a atar cabos de cómo han podido entrar, de que anoche escucharon no sé qué, que pasó no se cuantas y que seguro que los Reyes estaban cerca...

¿Sabéis lo mejor de todo? Que a ellos les ha gustado mucho, pero no sabéis la ilusión que me ha hecho a mí ver la cara de los cuatro diciendo que "Esta noche, los Reyes Magos han ido a su casa".



martes, 9 de diciembre de 2014

Finde en Dublín


Lo sé, llevo dos semanas teniéndonos abandonados... ¡Prometo que no volverá a pasar! Pero entre que he estado bastante liada con los peques, el tfg y un viajecito... ¡No he tenido tiempo! Y es que desde que llegué el 19 de agosto, ¡éste ha sido mi primer finde en Dublín!

Y no, no os voy a hablar de las cosas que podéis ver y visitar, porque eso lo podéis leer en cualquier otro blog (el Trinity College, la fábrica de Guinness, St Patrick's Cathedral...), sino de cómo podéis disfrutar de la ciudad.

Una cosa imprescindible: ir en buena compañía. En este caso fueron unas amigas y compañeras aupairs, pero vosotr@s podéis elegir a quien queráis. La ventaja que tuvimos nosotras, al ser todas amigas, fue que nos pudimos ir de compras y recorrernos todas las calles entrando a todas las tiendas que nos apetecía sin problema alguno (quizás si vais con vuestro chico este plan no le guste tanto, jijiji).

Y no, no os penséis que nuestro único motivo para ir a Dublín fue ir de compras, sino que lo principal fue... ¡ir a ver el musical de Peter Pan! No puedo decir que fuera mágico, pero sí muy divertido. Y el teatro, precioso (Gaiety Theatre). ¿Queréis verlo?


Después del musical, nos fuimos a cenar a un sitio súper chulo y con precio muy asequible en la calle de la tienda de Disney (no me acuerdo de cómo se llamaba) y al acabar, cómo no, tomamos algo en Temple Bar:


En cuanto al alojamiento, no os comáis la cabeza, si vais con amigos lo más cómodo, sencillo y barato es que os quedéis en un hostel o en un B&B (bed and breakfast). En nuestro caso nos quedamos en el Jacobs Inn y para dos noches estuvo bien. Como pegas pondríamos que en la habitación (de 10 chicas) solamente había dos enchufes y además estaban en la cama de una chica (podías quedarte en las zonas comunes cargando los aparatos eléctricos sin problema, eso sí) y las almohadas eran demasiado incómodas. Todo estaba bastante limpio, aunque el olor era algo raro después de la supuesta limpieza. Está al lado de la estación de buses y cerca del centro, por lo que es muy práctico y cómodo si viajas en bus.

En resumidas cuentas... ¡Un finde genial! :)