Que sí... Que sé que llevo unos días teniendo esto un poco abandonado... El caso es que por ciertas circunstancias (¡nada grave!) me he vuelto a España unos días y ya que estaba por aquí... No me iba a pasar todo el día pegada al ordenador, ;)
Bien es sabido por todos aquellos que me conocen que no me gusta mucho mi pueblo. Me explico: Chinchón es un pueblo muy bonito para visitar y pasar el día, pero no para vivir ya que no cubre las necesidades básicas que cualquier joven puede buscar/necesitar.
Así que como ahora mismo no estoy viviendo aquí, hoy me he tomado la cosa filosóficamente: Se ha venido mi chico a pasar el día conmigo y hemos decidido pasar el día como dos turistas.
Punto número uno: Como buenos turistas, hemos elegido el mejor día para pasear por Chinchón: un día soleado con el típico calorcito de otoño.
Nuestra primera parada ha sido el Castillo (no, no se había movido de sitio desde que me fui) y nos hemos estado tomando alguna que otra foto. Y cómo no, la típica en la que se ve la iglesia, teatro y torre.
Después de esto nos hemos bajado a la Plaza Mayor. Sabiendo el buen tiempo que hacía y que iba a haber bastante gente, decidimos reservar una mesita en el balcón de uno de los restaurantes que la rodean. Una opción más que recomendable: La Casa del Pregonero.
Llevando dos meses fuera de España apetece comer cosas de casa, así que nos decantamos por tomar dos exquisitos platos: Croquetas de bogavante y arroz caldoso de carabinero y jamón ibérico. ¡Para chuparse los dedos! (Solamente hace falta que veáis las fotos)
Ambos platos han estado acompañados en todo momento de las magníficas vistas de la Plaza y de la amabilidad y atención del personal del restaurante. Queremos felicitar a Rubén y a todo su equipo por su trabajo y por hacernos sentir como en casa.
Creeréis que ya hemos terminado, pero no. Después del postre ha venido (por parte de la casa) el repostre: una selección de dulces de Chinchón que, desde luego, no tenían desperdicio alguno.
Si no sois de Chinchón pero habéis oído hablar de él, acercaos, conocerlo, pasear sus calles y visitarlo, porque estoy segura de que os encantará.
Y ya sabéis... ¡a turistear! ;)
Muy, muy fan del concepto "repostre". :D
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