Qué ver en Cashel

Si habéis oído hablar alguna vez de Cashel (Irlanda), sin lugar a duda sabréis que uno de los sitios que no os podéis perder es la Rock of Cashel y en mi caso ya he puesto alguna foto de ella. Pero además de esto, este pueblo medieval tiene mucho encanto en sus calles y la amabilidad y hospitalidad de su gente.

Para los que no hayáis oído hablar de Rock of Cashel es un castillo medio derruido al que podréis entrar y ver sus restos. Además, en su interior también encontraréis lo que en una ocasión fue una catedral. También tendréis la oportunidad de visionar una proyección (diferentes horarios para cada idioma) que cuenta la historia del pueblo y monumento. Otro de los encantos de este monumento es que está en la zona más alta de Cashel, por lo que podréis ver todos sus alrededores y sus magníficos paisajes.

Cerca de Rock of Cashel hay unas ruinas a las que os podéis acercar a pie que, según mi opinión, son mucho más llamativas y bonitas que la anterior y su acceso es gratuito (está en una explanada en plena naturaleza).

Dentro del pueblo encontramos dos iglesias: la protestante y la católica. Esta última se encuentra abierta todos los días y, aunque se asemeja a las españolas, es curiosa de ver y tiene unos detalles que no os podéis perder. En cuanto a la de los protestantes, no os puedo decir aún cómo es porque no he tenido la oportunidad de entrar ya que estaba cerrada (he preguntado a mi host mum y me ha dicho que no sabe por qué la cierran ni el horario que tiene). De todas formas, si os queréis informar de esto y de los horarios de algún museo que hay, podéis acudir a la oficina de turismo que se encuentra en el centro del pueblo.

En cuanto a sus calles, es un placer pasear por ellas ya que la gente es muy amable y os encontraréis con las típicas casitas irlandesas que alguna vez habréis visto en series o películas.

¿Que dónde está Cashel? Entre Dublín y Cork. Aproximadamente a dos horas en coche del primero y a una del segundo. Si estáis por la zona, una de las cosas positivas es que en 2 horas aproximadamente podréis haber visto todo (con té y pastas incluido), así que podéis hacer un alto en vuestro camino y descansar del coche disfrutando de este bonito pueblo medieval.